notas de prensa

Madrid, 9 de marzo de 2009 | Aunque al análisis del fenómeno de los inmigración y delincuencia suele estar politizado, derivándolo hacia posiciones que borden el adoctrinamiento o la propaganda, minimizando, cuando no ignorando, la proporción de inmigración que sí delinque hasta el punto de victimizar a los grupos de delincuentes inmigrantes

El Frente Nacional se niega a participar en este juego políticamente y correcto sabiendo que en España la delincuencia SI está relacionada con la inmigración. Sumando a este problema que en la situación de crisis actual los inmigrantes que delinquen van a aumentar exponencialmente. Las estadísticas que proporcionan la Dirección General de Instituciones Penitenciarías y el Sindicato de Prisiones ACAIP indican que el 75% de los delitos cometidos durante el año 2008 lo son por inmigrantes. Así como que la población reclusa extranjera se ha triplicado en los últimos ocho años.

El Frente Nacional considera que la crisis económica que afronta España nos hace predecir un aumento bastante considerable de la delincuencia inmigrante que si ya hoy por hoy ya es considerable la crisis hará aumentar considerablemente. La crisis económica y una clase política, que rehúye e incluso censurando la realidad sobre la inmigración, agravará el problema. Aumento y expansión de las bandas organizadas de inmigrantes, aumento de la economía sumergida y el mercado negro, generalización de la formación de guetos en los barrios de nuestras ciudades y aumento de la competencia y la rivalidad interétnica entre bandas de inmigrantes.

Ante esta situación y este futuro para nada halagüeño el Frente Nacional lanza esta serie de medidas:

Política de retorno a sus países de origen de la inmigración que se quede en paro.
Control sobre empresas y negocios de inmigrantes en orden a prevenir que se instrumentalicen como “tapaderas” de dinámicas mafiosas.
Rebaja en las penas a delincuentes inmigrantes sólo en casos de que acepten voluntariamente la expulsión definitiva del país, con la imposibilidad definitiva de una hipotética vuelta a España.
Control de los visados para encauzar el llamado “turismo ficticio”.
Control de los llamados “matrimonios” de conveniencia para obtención de la nacionalidad vía “parental”.
La derogación de la actual Ley del Menor, que ha convertido a España en el paraíso de las bandas de delincuentes juveniles extranjeros. Se debe rebajar la edad penal a los 14 años, crear módulos separados para los menores en los establecimientos penitenciarios y contemplar la expulsión fulminante de los delincuentes extranjeros sea cual sea su edad.
La nacionalidad española no se podrá adquirir por el simple hecho de nacer en España, sea cual sea la nacionalidad de los padres, instaurándose el principio de preferencia nacional y el establecimiento del ius sanguinis.

Estas medidas que son solo de prevención de la delincuencia serán completadas con otras que regulen la inmigración desde un planteamiento general.